LA PRIMERA PAPILLA (la guerra ha empezado)

Hasta ahora todo era coser y cantar. La alimentación de Paula se resumía en un amorramiento a la tetilla de turno y a mamar se ha dicho. Pero ahí amigos, todo lo bueno se acaba. La semana pasada empezamos con los llamados sólidos, o en otras palabras, empezó la madre de todas las batallas.

El día D intentamos darle su primera papilla de frutas, una semana después seguimos dándosela. Si os soy sincero, la situación a día de hoy es dantesca. Llegan las cinco de la tarde, y os podéis imaginar el cuadro: yo enfundado con el chubasquero y las catiuscas de turno recibiendo tropezones en forma de papilla; el suelo de la cocina sin nada que envidarle al mejor de los fangales; la cría en sí convertida en un tropezón gigante. Ja, ja, me rio yo de la Tormenta del desierto y mariconadas similares. Aquí los quería ver yo.

Ya hemos probado con todo, disfrazarme de sonajero gigante, asomarla a la ventana y yo infraganti descolgarme edificio abajo cuchara en mano haciendo rapel, enfocarle la típica lámpara al careto, agujas entre las uñas….. (esto último ye broma eh, que visto lo visto si algún magistrado lee esto, mañana toy en el truyo esquivando pastillas de jabon)

En resumidas cuentas, que visto el cuadro, voy a tirar la casa por la ventana. Estos días estoy en negociaciones con una empresa alemana para que me suministren una tuneladora con sus cincuenta operarios y así abrir la boca de Paula por fin.

Ahí os dejo la prueba gráfica de que todo lo que os he contado es la cruda realidad. Os aviso que esta imagen dada su crudeza puede llegar a herir la sensibilidad de alguno.

Me vuelvo a la trinchera. Seguiremos informando.




3 comentarios:

Anonymous dijo...

¡Menuda cara!!! jajaja. ¿No parece asustada? Leed este artículo:

"Recuerden que alrededor de los 7 meses el niño reconoce emociones primarias en las figuras cercanas que le cuidan, por lo tanto si la madre o el padre se pone muy tenso a la hora de dar alimentos, el bebé podrá manejar bastante la situación, poniéndose también muy tenso.

Para el cambio de lactancia a alimentación de transición, el único problema que se presenta es el de la autoridad y firmeza en la decisión del cambio alimenticio, pues, quienes saben lo que necesita para continuar creciendo son los padres. Es absolutamente contraproducente mantener a un bebé con lactancia materna exclusivamente después del primer año. El bebé se verá en un riesgo severo de desnutrición.

Si el bebé llora porque no quiere comer, y los padres recurren al pediatra, puede que él recomiende el uso de jarabes o complementos para el apetito. Pero si aún así no cede el llanto y no hay ninguna evidencia de intolerancia alimenticia hay que pensar que los padres deben tener poca tolerancia a los llantos o mucho temor de que su hijo no coma nada. El ritmo de alimentación de un niño de 1 año debe obedecer a su necesidad nutricional, a su actividad física y eliminación. Por tanto, hay que darle de comer hasta que tenga hambre, porque aun cuando sea algo que normalmente rechaza, con hambre lo aceptará. En principio, introducir un alimento nuevo se tarda unos 2 o 3 días y luego se establece un patrón de horarios normal en los que requiere alimentación.

Hay padres que incluso dan las primeras papillas con el biberón, para que se acostumbre al nuevo sabor."


Hale, chicos. Ánimo y suerte.... (Paula, sé buena y come :-)

carlosdepazramos dijo...

Que neña más guapa por dios.
Dadle un beso muy fuerte del padrino.
A ver si quedamos pronto tio.
Sabes..ahora me ha dado la paranoya de largarme 15 días a hacer el Camino de Santiago.
Regeneratio..ya sabes hermano.

Alberto dijo...

Saludos David...
Si el puré de frutas te parece duro ya verás con los purés de verduras. No hay forma...
Todo lo demás que comentas es rigurosamente cierto. Doy fe de ello.

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