Estos días mi estado de ánimo es un continuo cúmulo de sentimientos encontrados, por una parte la felicidad que supone el nacimiento de mi hija, y por otra la tristeza por cumplirse el primer aniversario desde que mi padre ya no está con nosotros.
Hubiera dado lo que fuera por poder tenerlo a mi lado en esta maravillosa experiencia que supone traer un hijo al mundo, y que pudiera ver a su nietina, que se emocionara como lo hicimos todos con su primera sonrisa, con su primer llanto....,pero la vida es así de puñetera, no te da la opción a elegir como vivirla. Aun así, tengo la absoluta certeza de que allá donde esté, el también estará disfrutando de su nieta, y estará vigilándola y protegiéndola para que nada malo le ocurra a su Paula, porque una cosa tengo clara, Manolo sería o mejor dicho será el mejor abuelo del mundo, al igual que fue el mejor padre que uno puede desear.
Hay momentos en que uno se encuentra algo más bajo de moral, y aunque parezca una tontería, mi forma de superarlo es cerrar lo ojos y ponerme a imaginármelo paseando con mi madre el carrito por el barrio, presumiendo de nieta y enseñando a Paula a sus amigotes de la bolera. A su vez también le veo echándome la bronca desde ahí arriba porque como el decía, a la vida hay que echarle un par de cojones, y hay que estar preparado para recibir una ostia detrás de otra, porque poniéndonos a llorar en una esquina no vamos a solucionar nada. Así que aunque sólo sea por hacerle feliz, eso será lo que intentaré hacer, y esos valores serán lo que trataré de inculcarle a mi hija, eso si, con la tranquilidad de que cuando me asalte alguna duda, el estará ahí arriba para echarme una mano.
2 comentarios:
Joder David.Me has puesto los sentimientos a flor de piel. Los que te conocemos de toda la vida,tus amigos, nos orgullecemos de tu entereza. Yo personalmente no me tengo ni por la mitad de "paisano" de lo que tu lo fuistes hace un año.
No hace falta que te diga nada de tu padre. Una persona que ha educado a su hijo como el lo hizo,que te inculcó los valores que tienes junto con tu madre claro...es para ir hinchado toda la vida como un palomo del orgullo.
Tienes una hija preciosa que se pasará todo el tiempo embelesada escuchando a su padre contar una y otra vez como era su abuelo.
Venga Davizón!!. La vida da unas hostias de espanto. Pero yo conozco un porterin que despejaba los fostiazos con un poderio de la de dios.
Venga parriba!!. Esos huévares tio!!
Da gusto, después de tanto tiempo alejado del blog (el curro no perdona...) retornar
y encontrar un post tan sincero, directo, profundo, y la vez, que esconde muchas
grandes verdades.
No hace falta mucha más explicación, cualquiera nos identificamos con lo que dices, porque, en el fondo, a todos nos une mucho más de lo que nos separa, sufrimos por las mismas cosas y aspiramos también a encontrar nuestro propio camino.
Como dicen los franceses... "c'est la vie". Saber ganar y saber perder, recibir lo maravilloso de la vida con alegría y agradecimiento; a la vez, afrontar las dificultades con esperanza, con fuerza.
Porque el triunfo o la derrota no está en nuestras manos. Podemos tocar el cielo y, al momento, descender a los infiernos. Pero, lo que sí está en nuestras manos es la LUCHA, la lucha diaria por nuestros sueños, por la gente que queremos, por todo.
La LUCHA siempre.
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